Homocisteina, Salud Cardiovascular y Vitaminas del grupo B, ¿en que están relacionadas?

Cuando hablamos de salud cardiovascular en lo primero que pensamos es en las grasas en sangre, en el famoso colesterol, ya que ha sido una de las variables más estudiadas por lo que hace a las patologías relacionadas con el sistema cardiovascular. Sin embargo, la salud cardiovascular no depende únicamente de este parámetro. Un alimento rico en esta molécula es el huevo, aun así, se ha observado que con el consumo de 1 huevo diario este riesgo cardiovascular no aumenta, hecho importante para recalcar que el colesterol no lo es todo. Es por ello que otros factores y hábitos como la realización de turnos laborales nocturnos han sido estudiados demostrando que pueden incrementar este riesgo cardiovascular de forma notable.

Es evidente que viendo estos ejemplos podemos afirmar que existen otros marcadores capaces de afectar a la salud cardiovascular. Uno de los marcadores en sangre más estudiados respecto a esta salud cardiovascular es la homocisteína, ¿pero qué es exactamente?

La homocisteína es un aminoácido que somos capaces de sintetizar en el hígado a partir de otro aminoácido esencial obtenido a partir de los alimentos: la metionina. Los niveles excesivos de esta molécula están asociados a un mayor riesgo de sufrir coágulos en sangre, ataque al corazón e incluso accidentes cerebrovasculares. Evidentemente nos interesa mantener los niveles de esta molécula dentro de la normalidad para evitar este tipo de complicaciones, sin embargo hay casos en los que mantener estos niveles puede resultar más difícil de lo que parece.

Existe una vía metabólica que se encarga de la metabolización de los niveles excesivos de esta molécula. Esta vía es conocida cómo “One-Carbon” y es dependiente de nuestro estado vitamínico de 3 vitaminas del grupo B, la B6 o piridoxina, la B9 o ácido fólico y la B12 o cianocobalamina. Las vitaminas B6, B9 y B12 también se encuentran relacionadas con el metabolismo energético, entre otras funciones. Cuando presentamos buenos niveles de estas 3 vitaminas, esta vía metabólica funciona de forma eficiente consiguiendo metabolizar correctamente los niveles excesivos de homocisteína.

Sin embargo, existen varias mutaciones genéticas las cuales pueden hacer que se disminuya este poder de metabolización de una forma significativa. El gen MTHFR codifica para una de las proteínas más importantes de esta vía y es necesaria para la eliminación de esta homocisteína, no obstante, la presencia de la mutación C677T en este gen es conocida por su capacidad para reducir la función de este gen provocando un acúmulo excesivo de esta homocisteína y en consecuencia incrementando nuestro riesgo cardiovascular.

Entonces si presentamos esta mutación, ¿podemos hacer algo para reducir nuestro riesgo cardiovascular?

La respuesta es SÍ. Existen numerosos estudios en el campo de la genómica nutricional que han demostrado que la suplementación de ácido fólico puede ayudar a reducir este riesgo. Esto es debido a que estas proteínas son dependientes de estas vitaminas y un aporte ligeramente elevado puede mejorar su función. No obstante, la suplementación de este ácido fólico no va a ser siempre la solución en estos casos.

Una vez comprobada la presencia de esta mutación es necesario realizar un análisis para verificar los niveles de nuestras vitaminas B6, B9 y B12 en sangre, ya que esta mutación puede ir acompañada de déficits no solo de ácido fólico sino de otras vitaminas del grupo B y por tanto requiere la corrección de ese déficit mediante suplementación.

La no corrección de estos niveles no solo puede comportar el aumento del riesgo cardiovascular por el acumulo excesivo de homocisteína, sino que además también pueden aparecer una serie de complicaciones asociadas con estos déficits vitamínicos como por ejemplo la anemia perniciosa o incluso en el caso de las embarazadas defectos del tubo neural del bebe.

Es por ello que el conocimiento tanto de nuestra genética como de nuestro estado actual a partir de analíticas de sangre puede mostrarnos si actualmente debemos mejorar algún aspecto nuestro relacionado con nuestra alimentación e incluso con nuestros hábitos para así poder evitar diferentes complicaciones asociadas con nuestra salud cardiovascular.

Entonces, ¿qué puedo hacer para mantener una buena salud cardiovascular?

  1. Reducir hábitos tóxicos que afecten notablemente nuestra salud cardiovascular (tabaco, alcohol, drogas).
  2. Mantener una alimentación óptima teniendo en cuenta nuestros condicionantes y nuestro estado nutricional actual.
  3. Realizar ejercicio físico de forma rutinaria, sobre todo si es algún deporte que nos gusta, así tendremos más adherencia al mismo.

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