Quizás te hayas preguntado por qué incluso personas jóvenes y sanas han desarrollado graves síntomas por COVID-19, mientras que muchas otras ni se han dado cuenta de que pasaban la enfermedad. La investigación científica nos revela que la respuesta se encuentra, en parte, en tu ADN.
Así es. Algunas variantes genéticas y factores de salud pueden jugar un papel importante en el desarrollo y pronóstico de esta enfermedad. Por este motivo, resulta crucial comprender cuáles son estos factores y características, y cómo cuidar de tu salud de forma efectiva para hacer frente al virus.
¿Por qué algunas personas tienen síntomas de coronavirus y otras no?
Empecemos por el principio. Sabemos que la enfermedad COVID-19, causada por el virus SARS-CoV-2, afecta sobre todo al sistema respiratorio, pero puede llegar a tener repercusión en casi cualquier parte del cuerpo y afectar incluso al sistema cardiovascular, digestivo y nervioso.
Sin embargo, también sabemos que algunas personas muestran síntomas de coronavirus y otras no. Entonces, ¿qué influye en la gravedad de la enfermedad? y ¿qué relación tiene con la genética?
Bien, lo cierto es que depende de diferentes factores, como la edad, el grupo sanguíneo, la respuesta de nuestro sistema inmunitario o la coexistencia de otras enfermedades. Algunas de estas patologías, por ejemplo, han sido asociadas con el desarrollo de cuadros severos en infecciones por coronavirus.
La relación entre el ADN y la gravedad de los síntomas
Dado que la información que contienen nuestros genes tiene mucho que ver con la eficacia de nuestras defensas y el desarrollo de estas patologías, queda claro que las diferencias en el ADN explican por qué la enfermedad tiene efectos distintos en cada persona afectada por el virus.
Y lo que es más. Si quieres saber si puedes tener síntomas importantes o cómo ser eficiente a la hora de cuidarte para prevenir posibles complicaciones, debes empezar por un estudio genético y bioquímico.
ADN y las famosas defensas
Tu sistema inmunitario es la primera línea de defensa de tu organismo. Se encarga de reconocer el virus como un agente externo y potencialmente peligroso para tu cuerpo, y de aislarlo y eliminarlo. Y lo hace poniendo en marcha una serie de mecanismos que dificultan que este se siga reproduciendo, evitando que perjudique cada vez más tu cuerpo.
Evidentemente, la efectividad de nuestras defensas va a determinar en gran medida el tipo de síntomas que vamos a tener y el riesgo de complicaciones. Algunos de los mecanismos más relevantes de un buen funcionamiento del sistema inmunitario son:
- el reconocimiento eficiente del virus
- la activación de los diferentes grupos de células
- la creación de anticuerpos implicados en la respuesta inmunitaria
- la capacidad de modulación de la respuesta inflamatoria
El problema es que su eficacia está definida por la información que contienen ciertas zonas del genoma (el conjunto de nuestros genes), de forma que la respuesta inmunitaria no será la misma para todas las personas afectadas. De hecho, determinadas variantes genéticas ya se han relacionado con peores pronósticos.
La importancia de tu estado de salud base
Como hemos mencionado antes, la evolución de la infección y su pronóstico general pueden complicarse si tenemos patologías previas en el momento de contagiarnos, lo que se conoce como ‘comorbilidades’.
Algunas de ellas, como las enfermedades metabólicas (diabetes tipo II, obesidad) o las cardiovasculares (hipertensión arterial) aparecen principalmente por factores de riesgo específicos. ¿Los más comunes? Una mala alimentación, la falta de actividad física o el consumo de alcohol y tabaco.
A pesar de que es verdad que estos hábitos de vida influyen en el desarrollo de estas enfermedades, lo interesante es que hay un factor genético que también nos predispone a ellas. Dicho de otra forma, tu genética puede hacer que tus malos hábitos aumenten tu riesgo de sufrir estas patologías.
No hay duda entonces que cuidarte y mantener un buen estado vital es clave si quieres evitar la aparición de dichas enfermedades. Y a su vez es crucial si además deseas disminuir tu riesgo de desarrollar síntomas y complicaciones graves. Un win-win en toda regla.
El conocimiento de tu ADN es salud
El hecho de conocer tus predisposiciones y factores de riesgo te ofrece la oportunidad perfecta para adoptar un estilo de vida saludable de acuerdo con tus necesidades únicas y específicas. Es decir, al hacer un cambio de hábitos en base a lo que tu cuerpo necesita, consigues cuidarte mucho mejor.
Con ello no solo logras mejorar tu salud, sino que además optimizamos la respuesta de nuestro cuerpo frente a enfermedades como la COVID-19 y reducimos la posibilidad de que aparezcan complicaciones. Si el conocimiento es poder, entonces el conocimiento de tu genética es salud y bienestar.
Un plan de prevención frente al coronavirus
La pandemia de la COVID-19 evidencia más que nunca la necesidad de los test de ADN para conocer tu genética y el punto de partida de salud que marca para ti. Saber eso, lo cambia todo, porque te permite tomar el control de tu salud vital y convertir tu inquietud en acción.
¿Quieres conocer tu riesgo de complicaciones o empezar a cuidarte como tú necesitas? ¿Te interesa saber si estás inmunizado o cómo puedes fortalecer tus defensas? La solución está en la salud personalizada.