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El poder de la salud personalizada

Suena el despertador y, con una neblina que inunda tu cerebro, te acuerdas de que hoy no puedes desayunar. Una faena: además de tener que ir en ayunas, te fastidia un montón que te vayan a pinchar…. te toca otro análisis de sangre. Supones que te dirá lo de siempre: que todo bien con el azúcar pero que cuidado con los triglicéridos. ¿Te habrán bajado los niveles de transaminasas? A saber por qué los tenías disparados la última vez…

Cuando vamos a hacernos un análisis de sangre nos esperamos encontrar este tipo de información, niveles altos y bajos que pocas veces significan algo. Rangos de números entre paréntesis que nada te hacen reflexionar acerca de cómo cambiar tus hábitos.

Salud personalizada análisis de sangre

Lo que ni te imaginas es que, en ese pinchazo, podemos ver más, mucho más. Podemos saber sobre nuestra genómica, proteómica, nuestros niveles de expresión genética e incluso qué tipo de microorganismos que conviven con nosotros. A fin de cuentas, podemos obtener información de muchas de las partes del sistema que somos. Un sistema constituido por una información genética en relación con nuestros hábitos de vida, que acaba por determinar el comportamiento de nuestro metabolismo. Un sinfín de variables que actúan en conjunto para hacernos cómo somos, que determinan cómo estamos en cada momento.

Tu ADN – Cómo eres

Todos nosotros venimos con un manual de instrucciones escrito con 4 letras: ATGC. Es nuestro ADN y nos acompaña desde que nacemos. En buena medida ahí podemos encontrar cómo somos: Nuestro ADN codifica las instrucciones para que tengamos un corazón que late y un cerebro que procesa información; una piel que nos protege, un hígado que ayuda a la detoxificación y un intestino que absorbe nutrientes. Pero nuestro ADN también codifica la información que nos dice si esa absorción o esa detoxificación es más o menos eficiente. También, en esas cuatro letras, está escrita nuestra predisposición a padecer ciertas enfermedades o a metabolizar mejor o peor determinados alimentos.

Ese es nuestro código fuente, viene de fábrica, es información estática, y poco podemos hacer para cambiarla.

Tus parámetros metabólicos – Cómo estás

Además, están mis parámetros metabólicos, es decir, cantidades de diversas moléculas que sirven para analizar, desde un plano molecular, cómo estoy. Son los típicos estudios bioquímicos de valores cómo el del colesterol, cantidad de glóbulos blancos o cantidad de vitamina D. Son parámetros dinámicos, que pueden cambiar a lo largo de la vida, dependiendo de cuáles sean nuestros hábitos en cada momento.

Si cada día me pongo cómo el tenazas a cenar pizzas de chorizo, no es de extrañar que mis grasas circundantes en sangre lo noten.»

Pero ojo, porque estos valores de un análisis bioquímico en sangre no solo dependen de mis hábitos, también dependen de mi ADN, de las instrucciones escritas en mi genoma.

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Si presento una baja absorción de, por ejemplo, vitamina B12 en el intestino, los niveles “recomendados de ingesta diaria” no van a ser suficientes para mí. Necesitaré niveles más altos de ingesta de vitamina B12 para lograr una absorción correcta por parte de mis células. Del mismo modo, en un análisis de sangre puedo ver que mis niveles de colesterol son altos. ¿Por qué? ¿Será suficiente con tomar una dieta baja en grasas? Para ello debo mirar mis instrucciones. Si presento el gen del receptor de entrada de colesterol en las células alterado, quizá estoy comiendo poco colesterol, pero no entra en las células correctamente. No será suficiente con modificar la dieta, debo también ayudar externamente a este receptor con la toma, por ejemplo, de fármacos cómo las estatinas… a no ser que presente una mutación muy concreta en el gen del receptor del colesterol que hace que las estatinas sean tóxicas para nuestro organismo. Y ahí es donde comenzamos a ver la importancia de la salud personalizada. Pese a que hay recomendaciones generales que mejoran nuestra salud siempre, como descansar suficiente, hidratarse o comer frutas y verduras, cada uno de nosotros respondemos de manera muy personal a determinados hábitos. Igual que no tienes por qué responder al mismo tratamiento para un dolor de estómago que responde tu vecino, ¿por qué deberías responder igual a una dieta o a una rutina de ejercicio? Sólo conociendo cómo eres, desde las instrucciones, y cómo estás, midiendo tus parámetros moleculares, puedes conocerte mejor y así cuidarte mejor. Bienvenidos al paradigma de la salud personalizada.

Del mismo modo, en un análisis de sangre puedo ver que mis niveles de colesterol son altos. ¿Por qué? ¿Será suficiente con tomar una dieta baja en grasas? Para ello debo mirar mis instrucciones. Si presento el gen del receptor de entrada de colesterol en las células alterado, quizá estoy comiendo poco colesterol, pero no entra en las células correctamente. No será suficiente con modificar la dieta, debo también ayudar externamente a este receptor con la toma, por ejemplo, de fármacos cómo las estatinas… a no ser que presente una mutación muy concreta en el gen del receptor del colesterol que hace que las estatinas sean tóxicas para nuestro organismo.

Como funciona la salud personalizada
Y ahí es donde comenzamos a ver la importancia de la salud personalizada. Pese a que hay recomendaciones generales que mejoran nuestra salud siempre, como descansar suficiente, hidratarse o comer frutas y verduras, cada uno de nosotros respondemos de manera muy personal a determinados hábitos. Igual que no tienes por qué responder al mismo tratamiento para un dolor de estómago que responde tu vecino, ¿por qué deberías responder igual a una dieta o a una rutina de ejercicio? Sólo conociendo cómo eres, desde las instrucciones, y cómo estás, midiendo tus parámetros moleculares, puedes conocerte mejor y así cuidarte mejor. Bienvenidos al paradigma de la salud personalizada.

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