alimentos ricos en omega 3

El conocimiento de la genética es fundamental para entender aquello que nos conforma cómo especie y, sobre todo, cómo individuos. En este caso  nos centraremos en las necesidades del omega 3.

Actualmente gracias a las nuevas técnicas moleculares cómo el análisis de ADN y al avance de la ciencia y publicación de estudios científicos relacionados con la genética, tenemos la posibilidad de alcanzar un nivel de autoconocimiento jamás conocido. Además, el boom de los dispositivos conectados (wearables) que permiten medir casi cualquier mensaje de nuestro cuerpo, cómo el número de pasos, o la reciente aparición de empresas de analíticas de sangre a domicilio, nos indican que el cuidado de nuestra salud está experimentando una transformación profunda.

que es medicina personalizada

Por todo esto, entendemos que el presente y futuro de la salud debe tener la capacidad de analizar y manejar gran cantidad de datos inherentes a cada persona, dentro de la que se encuentra el análisis de nuestro genoma, para poder conocer nuestra predisposición genética a ciertas situaciones y así poder llevar la delantera y mejorar nuestra calidad de vida. Obtener una salud personalizada es la clave para el bienestar general; la anticipación.

La importancia del autoconocimiento y las necesidades de omega 3

Imaginemos que desconocemos que tenemos una predisposición genética a una mayor respuesta inflamatoria, debido a la presencia de mutaciones genéticas en el gen IL-6, que codifica a una citoquina proinflamatoria cuyos niveles elevados en sangre se consideran factores de riesgo en enfermedades cardiovasculares. Gracias al estudio de las variantes genéticas en este y otros genes relacionados con procesos inflamatorios podríamos contrarrestar esos efectos mediante recomendaciones accionables, cómo una posible suplementación o un cambio en nuestros hábitos alimenticios.

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Cuánta cantidad de omega 3 necesitas y qué tipo

Un potente, y muy estudiado, antiinflamatorio es el omega 3, el cual podemos conocer a través de la genética, cuánta cantidad de omega 3 necesitas y qué tipo, si de fuentes vegetales o animales. El omega 3 es un tipo de grasa poliinsaturada que proporciona protección frente a estados inflamatorios crónicos, necesaria también para fortalecer las neuronas6 y tiene grandes beneficios para el sistema cardiovascular, prevenir la diabetes o el cáncer3, entre otras funciones importantes.

En ese caso, cuando aparece inflamación, en realidad, se trata de nuestro sistema inmune respondiendo de manera estratégica a un daño producido en el organismo, nuestras células inmunitarias están atacando a las bacterias o a los virus invasores, también eliminan los tejidos que se originan e inician un proceso de reparación. Puede producirse, entre otras causas, por un origen infeccioso, químico o por un evento mecánico que afecte de manera externa como puede ser una contusión o un golpe. 

Por ello, esta estrategia es un evento natural, no es malo en absoluto, al contrario, es necesario. El problema surge cuando ese estado alarmante no cesa, o se origina por otras causas internas cómo puede ser la obesidad, algo no funciona bien, y los parámetros inflamatorios, se mantienen elevados y se cronifican. En estos casos reconocemos que estamos hablando de una inflamación crónica y teniendo en cuenta que el sistema inmune nos defiende, aquí podría terminar dañándonos.

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Otros datos inherentes a cada persona y que nos proporcionan información de cómo se encuentra en el momento actual, son los parámetros bioquímicos, ampliamente usados en medicina a través de una muestra de sangre. Existen marcadores de inflamación como son la proteína C-reactiva, que aumenta sus niveles en respuesta a la inflamación, y la velocidad de sedimentación.

¿Qué pasa con la dieta mediterránea y el omega 3?

Con todos estos datos y lo mencionado anteriormente, es correcto pensar que si seguimos un estilo de vida basado en la dieta mediterránea, rica en omega 3, podemos obtener buena parte de estos ácidos grasos poliinsaturados con acción antiinflamatoria, sin embargo, la realidad es que una dieta mediterránea no personalizada y los malos hábitos alimenticios quedan patentes en un estudio publicado en Progress in Lipid Research, que analizaron 298 estudios para crear un mapa global que mostrase los niveles de omega 3, más específicamente dos tipos llamados EPA y DHA, concentrados en regiones por todo el mundo; donde a pesar de nuestra dieta mediterránea, países como Francia, Grecia y España mostraban un porcentaje considerado bajo, menor del 4-6% recomendado.

Teniendo en cuenta la escasa ingesta natural de omega 3, y las posibles diferencias individuales, pone de manifiesto la necesidad de un autoconocimiento a través del estudio de nuestros propios datos cómo pueden ser los datos obtenidos de la información genética y bioquímica, para poder beneficiarnos de las propiedades de estos ácidos grasos tan necesarios.

Referencias bibliográficas

 

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